¿Líderes o Corsarios?
Para el título de esta “entrada” había decidido inicialmente poner
“Piratas“ en lugar de Corsarios, pero podría haber llevado a equívocos
iniciales al respecto. Además, salvo para los sajones, los Corsarios eran lo
peor de lo peor, y los piratas no es que fueran ángeles, pero actualmente se
tiene una idea algo más “mitificada” de los mismos. Al final de la lectura
espero que quede clara la distinción…
En entradas anteriores, "En estos momentos", hacia
referencias a la búsqueda en este país de líderes en general, que sacaran al
país adelante, y en otra más reciente la aparición de dos “posibilidades” en el “mundo político”.
Como decía en el primer post, la cuestión no es ya que se busquen o
pidamos mejores líderes en el mundo de la política, sino en todos los ámbitos
de la vida que nos rodean. Y en estos dos años el tema se ha degradado aún más.
En muchas empresas, por no decir todas, no progresan los buenos o
inquietos, si no los más “amigos de” o los que todos conocemos como “lameculos”
o los maleducados por parecer "tipos duros". ¿Palabras demasiado
directas? Los humanos somos de oreja fácil, y nos gustan los halagos…los cantos
de sirenas.
Tan solo observemos cuántos grandes empresarios, y sus súper-equipos,
han sobrevivido a la crisis, y los que lo han hecho ¿cómo lo han
conseguido? En el primero de los casos, y la mayoría, ya no están dirigiendo,
pero eso sí, se han ido bien cargados y sin problemas de futuro. En el segundo,
siguen dirigiendo, pero en la mayoría de los casos han “echado por la ventana”
lo que más pesaba y lo más fácil de hacer (a los trabajadores, al
verdadero equipo, claro está) y asegurando su futuro. ¿Líderes o corsarios?
También es verdad, que algunas pocas empresas has resistido de otra forma, pero
desgraciadamente son pocas y no de un tamaño grande.
La primera descripción de Líder que aparece en la RAE
es “Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u
orientadora.”
Y ahora pensemos, ¿de “estos” hemos tenido alguno en nuestra vida? Y
como respondía un amigo al preguntarle si hablaba inglés: “Yes, pero poco”,
pues creo que a todos nosotros nos ha pasado, alguno hemos tenido, sí, pero
pocos desgraciadamente. Por ello sabemos lo difícil es que te toque uno. Pero
cuando te toca uno, aprendes y mejoras muchísimo, profesionalmente y
personalmente. Además, te convences de que ese es el camino adecuado de hacer
las cosas. Y cuando se “van”, ya han dejado una semilla, que uno intenta hacer
crecer… pese a las adversidades.
Muchos “jefes” son impuestos y se les “sigue” por miedo, que no
respeto. Los líderes de verdad se acaban imponiendo, su saber hacer acaba
ganándose al equipo. Cada uno con su “tempo”, porque un líder no se labra en
dos días, su trabajo es más largo, ganarse la confianza del equipo lleva su
tiempo, como el demostrar que es alguien en el que confiar y que es buen
trabajador. Tiene que ser un EJEMPLO, un espejo en el que reflejarse.
Pero claro, después de ver a un CEO de un empresa puntera como Gowex,
que estaba bien valorada por sus trabajadores, decir a los mismos, cuando salto
la crisis del Wifi, en una reunión en persona, delante de todos ellos,
que “todo estaba bien”, y a los “dos” días declarar
ante el juez que todo era mentira, y que llevaba años falseando las cuentas,
todo un corsario en acción, tampoco sabes muy bien cómo acertar en quien
depositar la confianza.
Porque, los líderes existen (¡SEGURO!), hacen que las cosas con ellos
sean “diferentes”, aportan al trabajo que hacen, al equipo que dirigen y a la
empresa en la que están, “algo” especial… Para ejemplo conocido, Steve
Jobs, ¿es igual Apple con él que sin él? La respuesta es evidente… pero por
si acaso ya os lo digo: “NO”. Y eso que el Sr. Jobs tenía
mucho de Pirata…pero sí, poco de corsario.
También es muy importante la educación. El fomentar con la educación
la “generación y preparación” de posibles líderes. Una educación que potencie
la importancia del individuo dentro del grupo, pero sin olvidar lo primordial,
el grupo. Una educación que sea constante y permanente en el tiempo y no cambie
por ideologías cada cuatro años. Y si se debe cambiar, que sea para adaptarse a
nuevas ideas, nuevas metodologías que mejoren eficientemente la educación.
Mi confianza, es que en nuestro país, y en el mundo, existen líderes,
gente honesta, preocupada por el bien de la empresa, del equipo y de las
personas que lo rodean (no solo en el trabajo). Para que se haga el trabajo de
la forma adecuada. Lo que sucede, es que poco a poco en un mundo de tiburones
como el actual, los delfines a los que poder seguir van en retroceso… ahora
bien, nos queda la inteligencia como arma contra esos tiburones.
Eso sí, si no actuamos pronto, pocos Líderes quedaran
y muchos Corsarios mandarán… y por mucho que algunos crean, eso no
es nada bueno a largo plazo. Ya, “eso hace tiempo que a muchos les
dejó de interesar, es mejor el corto plazo”.