"Libertad significa responsabilidad. Es por eso por lo que la mayoría de los hombres la temen." George Bernard Shaw. "Nuestras vidas empiezan a terminar el día que silenciamos las cosas que importan." Martín Luter King. "Lo único que necesita el mal para triunfar es que el hombre bueno no haga nada." Edmund Bluke. "No existe viento favorable para el que no sabe a donde va." Seneca. "Las palabras proporcionan alas a la mente." Aristófanes. "Donde la prensa es libre y todo hombre es capaz de leer, todo está salvado." Thomas Jefferson

jueves, mayo 19, 2005

Opinión: El Centro, pero ¿qué invento es éste? [1]

En multitud de ocasiones he "discutido", con algunos de los "compañeros" de eso llamado "blogosfesra", sobre si el centro existía de verdad o eran teorías fantasmas. Algunos, incluso, se escudaban en la inexistencia de escritos conocidos, para asegurar la invención de tal ámbito político. En aquellos momentos, no me dio ninguna paranoia para ponerme a buscar esa "documentación".

Tiempo más tarde, volví a darle vueltas al asunto. Y me dije, ¿por qué buscar lo existente, si es que lo había, si a lo mejor lo que en esos escritos hubiera, en todo o en parte, tampoco describirían con exactitud, lo que para mí es el centro político?
Con este conjunto de artículos de opinión que hoy empiezo, también quiero proponer a esos "pocos" lectores que deambulan por esta bitácora, a que opinen sobre lo que para ellos es el centro, desde el punto de vista personal, y más si ellos se sienten así, centrados... ;-) Aunque tampoco estaría mal, claro, que me dijeran como ven el centro gente "comprometida" claramente con un partido determinado.

Reconozco mi "deambular electoral" por ambos partidos nacionales. Dependiendo del momento, las circunstancias, la opinión que me merecían los candidatos, o las "estabilidades partidarias". Es complicado no tener una referencia clara con la que poder, o querer implicarte "para siempre". Qué afortunados son algunos. Aunque me consta que para una parte de esta gente, ya sean de izquierdas o de derechas, lo fácil es mi posición porque siempre podré elegir o ser "anárquico" en mis decisiones y elegir lo que más me favorezca. Y bueno, eso es realmente verdad. No sé por qué debería atarme a algo en concreto, especialmente si no me representa en mis ideales.

Sé que España no tiene sólo dos partidos nacionales, pero considero que el centro se encuentra en posiciones muy cercanas entre ambos partidos mayoritarios (PP y PSOE), en sus limites, en sus "fronteras". Un espacio que han ido ocupando ambos, durante los últimos años el PP y ahora el PSOE, ante la falta de un verdadero partido de centro que desarrollara este sentimiento de centro.
Mis opiniones políticas, tienen su piedra filosofal en los sentimientos hacia un país, España, o más bien, en lo que simboliza para mí: mi familia, mis amigos, mis conocidos, etc. A partir de este núcleo inicial, fundamento todo mi pensar. El fin de todos mis actos de elección política, consecuencia de mi forma de pensar, es intentar conseguir todo lo mejor para ese conjunto de personas, y con ello el bien común general. Muchos pensamos así, y es una utopía. Pero a eso, sí es a lo que me ato. Hay algunos que en esto ven algo sentimientos fachas... ¿por qué? No sé, la verdad, conozco a mucha gente de izquierdas que quiere a España, como yo. Además, de un tiempo "para acá", también intento, aunque es un proceso lento, ampliar ese concepto, a Europa.

La tolerancia, que me permite no estar encorsetado para tener que decir que sí a todo el programa de un partido es, a mi parecer, otro rasgo que distingue el centro de las demás ideologías. No con ello quiero decir que la tolerancia en otros ámbitos políticos no exista, pero creo que la hay en menor medida. Sería bueno preguntarse, si muchas veces no estamos apoyando a un partido, no por nuestros ideales, si no por nuestras antipatías con lo que creemos que representa el "otro" partido, y / o algunas veces sus lideres.

En los próximos artículos, aún no tengo pensado cuantos serán, pero al menos habrá dos más, trataré los temas políticos generales que interesan a la gente de a pie: desde la sanidad o la educación hasta la inmigración. Mostrándolo desde un punto de vista "politico-amateur-centrista". Es evidente que no soy ningún "politólogo" estudioso del tema, simplemente un observador. Pero bueno, me gusta escribir, opinar y "publicar en mi bitácora"... qué le voy a hacer :-)

Espero todos los comentarios que os atreváis a dejar para hacer posible esa "documentación" tan necesaria... para algunos.

domingo, mayo 08, 2005

Relato: Mis Entrañables Vecinos. Capítulo 1.

Casa nueva. Recién estrenada. Tú y tu mujer solos, y tú quieres "celebrarlo".
Ring, Ring. La puerta.
Son las cinco de la tarde, ¿quién será? ¿Vive ya alguien aquí? Te preguntas. ¿Qué te pensabas? ¿Que eras el único que se moría de ganas por pisar la casa nueva, en cuanto pudieras?...
Abro la puerta:
- Hola Vecino. Te dice una mujer con una sonrisa de oreja a oreja. Detrás de ella se ve a un hombre pequeñito, que sí, que parece que sonríe.
- Somos tus vecinos del quinto... – Coño, piensas, pero si esto es el primero, ¿no habrá más gente a la que liar?...
- Hemos oído ruido. - ¿Ruido?, piensas de nuevo, si no hemos empezado aún, je, je.
- Y... bueno, que con eso de que somos aún muy pocos los que estamos viviendo en el bloque, pues... bueno, que era lo suyo presentarse.
Tú, con unas ganas locas de coger a tu mujer por banda, y estrenar la cama nueva, que te han llevado hoy mismo, hace una hora. Y te ves allí, delante de aquella pareja de película de los sesenta, y con tu mujer diciendo de repente:
- Claro, claro. Pasen, pasen ¿les gusta el café?
Tu cara se va transformando, de la de impaciencia inicial, a la de incredulidad absoluta respecto a lo que esta sucediendo.
- Mi nombre es Hortensia.
Y te dices para tí que has acertado con el año de la película en la que podrían participar tus nuevos vecinos.
- Mi marido es Silvio.
¡Toma, 2 de 2! - piensas.
Tu mujer continúa haciendo de relaciones publicas.
- Y ¿llevan mucho tiempo en la casa?
- Tutéame, que si no me haces mayor - Piensas: ¿más aún?, no creo.
- Pues no, vinimos la semana pasada, imagínate sin muebles "ni ná", y dormimos en el suelo, en sacos de dormir, es que ¡nos hacía tanta ilusión! ¿Y vosotros?
- Pues desde hoy, porque nos han traído la cama hoy... – Dije, entrando en juego
- Y claro ¿con ganas de estrenarla? Pregunta el marido de la vecina, y pensé: ¡Coño, si habla!
- En ello estábamos. - respondes, con sonrisa pillina.
- ¿La casa? Pregunta, asombrada la buena vecina.
- Eso, eso. La casa. - responde uno, con la cara como un tomate y manteniendo la sonrisa "Profident".
- ¿Y tenéis niños, perros o gatos?
Seguía el interrogatorio.
- Pues no, es que somos muy jóvenes para liarnos aún más, y todavía no estamos casados... - responde mi mujer.
- Uy jóvenes, nosotros si que lo éramos cuando nos casamos, ¿verdad Silvio?
- Sí, sí- apostilló el vecinito con una sonrisa.
- Pues nosotros tenemos un hijo, Jonatan. Muy guapo él. Se parece a mí. – Continúa diciendo ella.
Y como el feo de los hermanos Calatrava, piensas para ti.
En eso tu mujer, en un abrir y cerrar de ojos, ha preparado la mesita del salón, ha traído el café y unas pastitas:
- ¿Cómo quieren el café?
...
Y tres horas más tarde, como si les hubiera saltado un resorte, una alarma:
- Bueno perdonad, nos lo hemos pasado muy bien, pero tenemos que preparar la cena al chico.
- Nada, nada, tranquilos. – les digo yo, con mi sonrisa Profident.
Y salen como un cohete de casa.
Gracias a Dios, me digo, al cerrar la puerta tras de mí. Me vuelvo y miro a mi mujer con sonrisa "pillina", bueno casi lasciva... dadas las horas de espera.
Ring, Ring. La puerta de nuevo. No, no puede ser, por Dios otra vez más no ¿qué se les habrá olvidado? – Me digo.
Abro la puerta, con mi sonrisa Profident ya añadida a mi cara de por vida, y digo:
- ¿Si? – y a la vez veo que no son mis vecinos, sino el transportista que nos trajo la cama, ya hacía poco más de cuatro horas (cómo pasa el tiempo).
- Hola caballero, mire, umm, no sé cémo decírselo, pero es que... bueno la cama que les traje, resulta, que...
- ¿Si?, acabe por favor. – le digo.
- Bueno, que me la tengo que llevar, ha habido un error, y la suya llegará mañana.
- ¡¡QUÉ!!. Eso es imposible, pero si ni la hemos usado aún.
- Pues por eso señor, por eso he venido tan rápido, en cuanto me lo han dicho. Lo siento señor, pero me la tengo que llevar.
- ¿Y donde dormimos hoy?- Pregunté, sospechando su respuesta.
- No sé señor- me contestó el operario, con cara de no haber roto un plato en su vida.
Media hora más tarde, en la habitación de matrimonio, había surgido un gran vacío, y según como estaba mi mujer, por ese "vació", mis expectativas de "tener" algo con ella esa noche, también habían desaparecido, como la cama. Y más, si te dice algo como:
- Antonio, saca los sacos de dormir, de la parte de arriba del armario. ¡Ya!
- Si cariño, ya voy. - Respondes tú.