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viernes, agosto 26, 2005

Opinión: Qué pena, Madrid.

Ya han pasado casi seis meses desde que escribí un artículo sobre por qué Madrid era una buena apuesta y se merecía, no sólo la candidatura, sino celebrar las Olimpiadas en el año 2012. Es evidente que no soy totalmente objetivo, aunque siempre intento serlo. Pero cuando se lleva algo en el corazón...

He esperado unas semanas, desde la elección de Londres como la ciudad que celebrará las Olimpiadas de 2012, para que mis sentimientos por mi cuidad, no me impidieran dar una correcta “visión” en este artículo. De verdad, intentaré ser lo más objetivo posible. Lo más que permite la naturaleza humana. Y para qué...

Sigo sin entender por qué Madrid no fue la que ganó. Y no quiero basar esta negación en una conjetura político-judeo-masónica, que podría. Sino en ciertos hechos que llaman la atención a cualquiera. El hecho de que ha ganado una de las ciudades que más dinero tiene que gastar a la hora de organizar los juegos, Londres, y no la que menos, Madrid. Ha ganado la ciudad que menos instalaciones deportivas tiene construidas hasta el momento, Londres, y no la que más, Madrid. Ha ganado la ciudad que en su proyecto menos se adecuaba a unos parámetros correctos medioambientales, Londres, y no la que más, Madrid. Que ha ganado uno de los proyectos que menos pensaba en la situación de los deportistas, Londres, y no la que hacia que la mayoría de ellos pudiera ir andando hasta sus eventos deportivos, Madrid. Que ha ganado una cuidad que va a celebrar sus terceros juegos olímpicos, Londres, y no una que lo haría por primera vez, Madrid. ¡Ah! sí, pero ha ganado la segunda que más hoteles tenia, y la que hasta hace poco, lamentablemente, era una ciudad muy segura.

Sobre este último aspecto, me pregunto si la elección como ciudad olímpica de Londres, no significó la señal para que los últimos hechos bárbaros e injustificados que ha sufrido Londres, se ejecutaran. ¿Hubiera pasado lo mismo en las otras ciudades candidatas, si hubieran sido las elegidas? En parte, por ello, también suspiré de alivio ese maldito 7 de julio (y tan bendito en Navarra, qué pena). En Madrid, queda muy cerca el 11M.

Ahora me digo que posiblemente la gente del COI se lo pierda. Se pierda ver cómo es Madrid. Lo gran ciudad que es, lo que muchos sabemos, y no una ciudad de segunda, como algunos piensan y dicen en voz baja. Pero la verdad, que también nos lo perdemos nosotros, para qué engañarnos, se quiera o no, el celebrar unas olimpiadas deja huella para siempre en una ciudad, tanto física como espiritualmente.

Después, también quedan los actos imbéciles y / o inadecuados de algunos políticos, cómo no. Ya sea alegrándose de la pérdida de la elección, y parapetándose en el hecho “diferenciador” de Madrid y Barcelona..., como el tonto del Sr. Carod Rovira. O, como la inoportuna e inadecuada referencia a otro lamentable hecho, realizado hace años por el Sr. Zapatero (no levantarse ante la bandera americana en un desfile), hecha por la Sra. Botella, y echarle, creo que equivocadamente, la culpa de pérdida de votos en la elección.

Aún con todo esto (venga de fuera de España o no), en estos momentos no deberíamos desalentarnos, y hay que continuar luchando, tan bien como se ha hecho hasta ahora. Para hacer ver al mundo algún día (el 2020, me gusta, pero el 2016 no estaría nada mal, además espero poderlo ver yo, pero si no, lo verán mis hijos ;-), que Madrid es capaz de celebrar: “Los mejores Juegos Olímpicos de la Historia”, parafraseando a Samaranch en Barcelona en el año 1992. Tenemos de dónde aprender.