¿Cómo te sientes? Te preguntan y
piensas: “Como una mierda, cuyo esfuerzo
y sacrificio no ha valido para nada. Ni para ayudar a la gente que se quiere y
que confía en ti, cuando llegan los malos tiempos. Gente a la que seguro has
decepcionado, con razón, por no saber defenderla y mantenerla”. Pero sólo contestas:
“Aguantando, ha habido días mejores…”.
Y sobre todo piensas que, pese al
interés que demuestran por ti, que agradeces, lo importante no eres tú (eres uno más), ni
como te sientas. Lo importante son los compañeros y amigos, que sin remedio y lógica
alguna se van… porque como siempre lo fácil es que paguen “justos por pecadores”.
Que se vayan los curritos y no los Grandes Lideres y Gestores. Y que el resto del
rebaño, como mansos, miremos al suelo, nos callemos, y sigamos “pa delante”, y aún sabiendo que los siguientes podemos ser nosotros. No
pasa nada. Lo que he dicho muchas veces: los humanos somos Cobardes y Colaboradores del “Poder”.
Miras a los ojos del compañero al
enterarte de la noticia, no puedes evitar derramar unas lágrimas, dices lo
siento, y confías en la suerte, para que
puedan tener trabajo en breve…. Pero no
sabes qué más hacer…ante gente que te ha dado mucho, por nada… “gente” que
creía en ti. Y tú ahora, no tienes nada con lo que poder ayudar y devolverles
algo.
Me siento mal, débil. Cuando debería
ser todo lo contrario, por el bien de los que se van, al decirles “Adiós”. Y por el de los que se quedan,
para tener la referencia de alguien fuerte en estos momentos duros que estamos
“atravesando”.
¿Por que coño debo de sentirme así?
¿Por que coño me han educado para que me importe la gente?
Pero pesándolo bien, y sinceramente,
prefiero ser así, y doy gracias por ello a quienes me “hicieron” así. Seré fuerte,
aunque llore, seré serio, aunque ría, seré optimista aunque no vea señales para
serlo. Soy una persona que cree en sí misma, pero sobre todo, que cree en las “personas” que conmigo están o han
estado, y que tanto nos hemos aguantado y soportado. No sé si será en poco
o mucho tiempo, pero moriré, me
dejaré el alma, porque vuelvan, y se reconozca el error de lo que se ha hecho,
o al menos se corrija de la mejor de las maneras.
Pero lo haré siendo como soy,
pese a que en los tiempos que corren no sean los apropiados para creer en la
justicia y el buen hacer. No puedo convertirme en “algo” que se parezca a
quienes han hecho que lleguemos a la situación actual.
POR VOSOTROS: “HASTA LUEGO,
SIEMPRE SERÉIS PARTE DEL EQUIPO”.
UN AMIGO, un compañero.