Hace tiempo que quería escribir
esto. Y con la excusa de no tener tiempo lo he retrasado mucho más de lo que
me habría gustado…pero llegó EL momento.
En estos momentos, en los que la
incertidumbre nos rodea, por todos los lados, el ser optimista cuesta. Incluso
para alguien que lo es por “definición”…
En estos momentos, en los que
algunos nos seguimos sintiendo seguros. En los que seguimos pensando que lo
malo sólo afecta a OTROS…aunque ya menos.
En estos momentos, en los que
seguimos mirando el corto plazo, buscando soluciones… aunque lo llevemos
haciendo 6 años y el corto plazo siga sin mejorar; vamos ni el largo.
Son “Nuestros Grandes Líderes” (políticos,
administradores, directivos empresariales...), y los que les hemos dejado
hacer, si no colaborado, los que nos han hecho llegar a estos momentos. Cómo
gusta manejar el barco en época de vacas gordas... ¿Qué pasa ahora con las vacas
flacas? ¿Es difícil manejar la “barcaza”?
Y estos momentos, se están
llevando por delante a personas, PERSONAS COMO NOSOTROS, que en la mayoría de
los casos no tienen mayor culpa que el vivir en estos momentos. O tal vez creer
que vivíamos en un país que lo “tenía” todo incluido. Sanidad y Educación gratuita,
cuando ser Pública no quiere decir gratuita, ni tener el poder de jugar con ello por
estar al “mando”. Pero eso debió parecerles
a “Nuestros Grandes Líderes” para arrasar con todo lo Público. Y con decir “mis
votos me dan la razón”, algunos se excusan y/o se escudan.
Un País; en el que se quería
tener mejor coche que el vecino porque si…”porqué yo lo valgo”, pero se iba al
chino para ahorrar unos eurillos, acosta de vecinos nuestros. Vecinos que
fueron los primeros en caer: primero en la miseria, al no poder competir, y
luego en el olvido de todos.
Un País, en el que no pasaba nada
por pagar nuestra casa en 40 años, mientras el banquero se relamía por tener a otro
cliente “enganchado” para siempre.
Un país en el que el más tonto,
“Nuestros Grandes Líderes”, valía para gobernar a los banqueros de cada
pueblo, comarca y región. Gestionando, jugando y regalando el dinero de los
enganchados clientes para toda la vida….Y si lo hacían mal, si no peor, pues no
pasaba nada, una millonada y “pa casa”. Y preferentemente
al cliente se engañaba, para tapar el agujero
Un país en el que para parecer
bueno, en los grandes puestos directivos, nos rodeamos de mediocres en la
mayoría de los casos, (muchos de ellos además aduladores, ¡cómo nos gusta que
nos doren la píldora!), para que nos hagan buenos,…o para que no sean capaces
de quitarnos la “silla”. Somos “cortos” de mira. Una vez más. Y muy cobardes.
Y en estos momentos que el
recorte mola mogollón, se recorta hasta lo que no es posible, “el flequillo de
un calvo”… Si sigue así el tema, y no llega alguien “inteligente” que se dé
cuenta, O QUE QUIERA DARSE CUENTA, que a lo mejor al calvo no es que le tape el
flequillo la vista, sino que debe de ponerse gafas para ver a lo
lejos…seguiremos por oscuros caminos… y buscando culpables en las tinieblas.
Y como decía, mientras, en estos momentos, la buena gente se
queda sin curro, en la mayoría de los casos sin merecerlo. Los que quedan con
trabajo, aceptan lo que sea, porque sí…”tengo que dar de comer a mis hijos…o a
mi mismo…” Cuando el “hambre” y el miedo aprietan, poco queda por hacer. Y los que no tienen trabajo, también son
capaces de descender a las catacumbas de la miseria de lo que deben de aceptar.
Y es que: “Ya todo vale”, o casi… Pero pronto desaparecerá ese casi, y saldrá
lo “mejor” de todos nosotros, me temo.
De estos momentos, no se sale de
forma individual, ni siendo pesimistas, pero sí debemos ser realistas.
De estos momentos, se sale en
conjunto, desde la crítica constructiva, con diferencias, pero empujando en la
misma dirección. Sin que los colores de nuestras ideas o simpatías hagan ver al
“malo” donde no está. Sin banderas tricolores o bicolores, sin izquierdas o
derechas. Con sacrificios en la manera de pensar propia, tal vez demasiado
arraigada en nuestros “instintos” más profundos, gracias a “Nuestros Grandes Líderes”
y sus intereses… desgraciadamente para todos.
De estos momentos, no se sale ni
en dos días, ni en dos meses, ni desgraciadamente a estas alturas, en dos años.
Pero se puede salir, siempre y cuando los líderes que lo hagan NO sean los
actuales. Ellos lo provocaron o, en el mejor de los casos, dejaron que pasara.
Que incluso La Mayoría
Silenciosa, la que no se moviliza, pero siente y padece, cambie de actitud.
Porque es hora de dejar de hablar en corrillos, y en la casa de cada uno, para
dar la cara, y discutirlo en la casa de TODOS, “la calle”, siempre de una forma
EDUCADA y PACIFICA, sin provocaciones, así se construyó un País. Aunque no sea
por nosotros, por una vez, si no por los que vienen detrás… HIJOS de todos
nosotros. Se necesita UN GRAN CAMBIO.
Es fácil decirlo, sí, soy
consciente… Pero el Gran Cambio no es cambiar la maquinaria, “sólo” ajustarla y
cambiar a los maquinistas y algunos ayudantes, y asegurarse que la maquina vaya
en la dirección correcta. ¿Fácil? NO ¿Posible? SI. Entre todos, con sacrificios
bien dirigidos y mucha, mucha transparencia en lo que se hace y cómo se hace.
La pena es que no se vislumbra un líder
que pudiera dirigir a esos nuevos maquinistas…y eso es lo peor de todo, y lo
que da más miedo.
¡¡¡YA BASTA!!! SE BUSCA: UN GRAN
CAMBIO y UN GRAN LIDER para un “GRAN” PAÍS.
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