¿El Mañana?
No soy ningún “Rappel”, pero suposiciones, algunas basadas en hechos ocurridos, pues las puede hacer todo el mundo ¿no?
Siempre he creído que llegado el caso de la independencia de Euskadi, en las actuales circunstancias, llevaría consigo un problema de quién debería ostentar el poder en el nuevo gobierno. Todos dan por sentado que el PNV, como ha hecho en las últimas legislaturas, sería el que gobernase. ¿Seguro? ¿Quién me dice a mí que todo el entorno de ETA se va a quedar quieto? ¿Por qué lo iba a hacer, y no saltar y pedir el poder en el estado que “ellos” han conseguido? Sí, ellos ¿quién si no ha luchado por obtenerla?
Si la derecha nacionalista cree que la izquierda independentista violenta se a va quedar quieta una vez conseguida la independencia, sin controlar el poder, aunque unas elecciones democráticas hayan sido testigos de ello, se equivoca. Si no lo hace ahora, ¿porqué va a hacerlo entonces? Es más, una vez conseguida la independencia, se propondría acabar con la oligarquía vasca que lleva decenas de años “presionando” a los trabajadores vascos. Abusando de ellos. La historia le “daría” la razón de nuevo.
Los independentistas no nacionalistas y no vinculados a este entorno, serían “apartados” de cualquier posible tipo de representatividad. Su postura no es conveniente para ninguna de las tesis.
Ante esta nueva situación, y con un porcentaje alto de la población que creía que con la independencia se acabaría con el terrorismo y toda la violencia que conlleva, explotará un conflicto civil interno en Euskadi, que dividirá a los nacionalistas-independentistas y unirá a aquellos que de alguna forma se denominaban constitucionalistas, además de los descontentos (los no saben no contestan de las encuestas), ya hartos. Estos pedirán ayuda a España y Europa. Sin la actuación de ambos la situación, creo, estaría abogada a un enfrentamiento fraticida. No viví allí, pero la situación me recordaría a la de la ex-Yugoslavia, tras leer varios relatos de gente de diferente lugares de ella: Servia, Croacia, Bosnia... en la que no se explicaban cómo podía la situación haber llegado a lo que llegó, y todos sabemos a lo que llegó.
No es cuestión de ponernos “alarmistas”, ni meter el miedo en el cuerpo a nadie. Por supuesto, todo esto son conjeturas, pero basadas en comportamientos que se han producido o se producen. Por ejemplo, ahora mismo, ciertos cargos nacionalistas, del PNV y EA, han sido “obligados” a dejar sus puestos de concejales por la coacción diaria que sufren de partidarios de la ilegalizada Batasuna para conseguir lo que para ellos es “justo”, y no pudieron conseguir por su ilegalización. Es decir, “aunque la democracia diga una cosa, nosotros decimos otra...” (sí ya, aunque sea la democracia española, que algunos critican tanto, pero la usan cuando la necesitan...)
Está claro, que también existe la visión optimista y nacionalista e independentista, de que todo seguirá igual, o mejor, pero sin ETA. Y sin Castilla, sin Andalucía, sin Galicia, sin Cataluña ¿sin Europa? ...
Con el paso del tiempo he aprendido a querer aquella tierra como quiero a la mía, Castilla, además de por lo personal, por el hecho de que, para mí, es parte de un conjunto mayor y mejor, al que también pertenezco, denominado España, y del que me enorgullezco de que también haya Valencianos, Extremeños, Andaluces, Catalanes, Gallegos...
En fín, algunos me llamarán facha, porque parece que por hablar del tema España defendiendo sus virtudes, ya tienes que serlo, una pena...
España no es perfecta, nada lo es, pero tampoco es cuestión de querer hacerla más imperfecta de lo que ya es, y sin Euskadi lo sería... Un amigo vasco me dijo un día que “las uniones mal hechas, deberían deshacerse”, y en ese momento no fui lo “suficientemente” rápido como para preguntarle: “y a las uniones que se las hace ser malas, ¿también deberían deshacerse?” AGUR.
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