Con esta serie de artículos de opinión: “La Historia”, “El Hoy” y “El Mañana”, me siento “tocado” en lo personal plenamente. ¿Por qué? Posiblemente porque mi hijo es “medio” vasco; de padre castellano, de Madrid, y de madre vasca, de Bilbao. (Uf, este si que va a ser “chulo” ;-) Posiblemente también porque considero que tengo amigos y otra familia cercana “involucrada”, es decir, son vascos.
Recientemente ya escribí un articulo sobre ETA, "Eta ez. Basta ya", y en él expresaba algunas de mis ideas de Euskadi. Ahora quiero expresar el resto de ellas, claro está, sin sentar cátedra, porque de partida no me creo en la posesión de la verdad absoluta, aunque hay gente que cree que sí la tiene.
Es curioso, lo diferente que se ve la “problemática” vasca desde dentro del propio País Vasco, o desde el resto de España (sé que hay gente que no lo considera así, pero para mí es parte de España...), basándome sobre todo en las encuestas que se realizan. Ah, y no sólo entre gente que no es vasca, sino también entre ellos mismos ¿Será la educación? ¿Serán años de mentiras? ¿Será el entorno? ¿Será la presión de la mafia ETARRA? ¿Qué será, será...?
En la redacción de los artículos, además de en opiniones y conocimientos personales, me he basado en ciertos datos contenidos en artículos y reportajes de los periódicos EL PAIS de los dias: 31 de Marzo de 2002 (“¿Es viable una Euskadi independiente?”), 2 de Noviembre de 2003 (“La larga Marcha del PNV”) y el 27 de Marzo de 2005 (“Vascos Forzados al exilio interior”) y de EL MUNDO del día 2 de septiembre de 2004 (“Documentos de Historia”)
La Historia.
Hace poco más de 100 años, un jovencito de familia bien, de Bilbao, se fue a Barcelona a estudiar. Allí congenió con los incipientes nacionalistas catalanes, y pensó que ese grupo de ideas también podrían ser válidas para su “País”, para Euskal Herria. Se llamaba Sabino Arana. Posteriormente, la “manufacturación” de esas ideas, se convirtieron en los estatutos de creación de un partido político: el PNV (Partido Nacionalista Vasco). Cualquiera que las lea, comprobará que, si para Hitler había que exterminar a los Judíos para purificar el mundo, al señor Arana le valía con acabar con los Castellanos, que no con los Españoles. Esa es la primera pega que veo en los nacionalistas: son tan cobardes y falsos, que no son capaces de reconocer que su verdadero problema no es lo español, es lo castellano. De todas formas, el más claro detalle de lo artificial de este nacionalismo, en aquel momento, es la creación de su bandera, la ikurriña. Creada por el hermano de Sabino Arana, imitando el “Gran Jack”, la bandera del Reino Unido, a la que le cambió los colores originales, por colores que identificaran a Euskal Herria: el verde, el rojo y el blanco. Hoy en día, nadie puede poner en duda su representatividad, como ocurre con todas las banderas después de decenas de años de historia, pero sí me vale para relacionar al nacionalismo vasco con el Reino Unido, por el que siempre se han sentido atraídos. Supongo que su “original” unión les llamó la “atención”.
Recientemente ya escribí un articulo sobre ETA, "Eta ez. Basta ya", y en él expresaba algunas de mis ideas de Euskadi. Ahora quiero expresar el resto de ellas, claro está, sin sentar cátedra, porque de partida no me creo en la posesión de la verdad absoluta, aunque hay gente que cree que sí la tiene.
Es curioso, lo diferente que se ve la “problemática” vasca desde dentro del propio País Vasco, o desde el resto de España (sé que hay gente que no lo considera así, pero para mí es parte de España...), basándome sobre todo en las encuestas que se realizan. Ah, y no sólo entre gente que no es vasca, sino también entre ellos mismos ¿Será la educación? ¿Serán años de mentiras? ¿Será el entorno? ¿Será la presión de la mafia ETARRA? ¿Qué será, será...?
En la redacción de los artículos, además de en opiniones y conocimientos personales, me he basado en ciertos datos contenidos en artículos y reportajes de los periódicos EL PAIS de los dias: 31 de Marzo de 2002 (“¿Es viable una Euskadi independiente?”), 2 de Noviembre de 2003 (“La larga Marcha del PNV”) y el 27 de Marzo de 2005 (“Vascos Forzados al exilio interior”) y de EL MUNDO del día 2 de septiembre de 2004 (“Documentos de Historia”)
La Historia.
Hace poco más de 100 años, un jovencito de familia bien, de Bilbao, se fue a Barcelona a estudiar. Allí congenió con los incipientes nacionalistas catalanes, y pensó que ese grupo de ideas también podrían ser válidas para su “País”, para Euskal Herria. Se llamaba Sabino Arana. Posteriormente, la “manufacturación” de esas ideas, se convirtieron en los estatutos de creación de un partido político: el PNV (Partido Nacionalista Vasco). Cualquiera que las lea, comprobará que, si para Hitler había que exterminar a los Judíos para purificar el mundo, al señor Arana le valía con acabar con los Castellanos, que no con los Españoles. Esa es la primera pega que veo en los nacionalistas: son tan cobardes y falsos, que no son capaces de reconocer que su verdadero problema no es lo español, es lo castellano. De todas formas, el más claro detalle de lo artificial de este nacionalismo, en aquel momento, es la creación de su bandera, la ikurriña. Creada por el hermano de Sabino Arana, imitando el “Gran Jack”, la bandera del Reino Unido, a la que le cambió los colores originales, por colores que identificaran a Euskal Herria: el verde, el rojo y el blanco. Hoy en día, nadie puede poner en duda su representatividad, como ocurre con todas las banderas después de decenas de años de historia, pero sí me vale para relacionar al nacionalismo vasco con el Reino Unido, por el que siempre se han sentido atraídos. Supongo que su “original” unión les llamó la “atención”.
Sabino Arana quiso fundamentarse en la historia, para hacer existir algo que no lo ha hecho nunca: Un estado vasco en la edad media... por favor, si la propia concepción de la palabra estado es reciente. En la Edad Media había: Reinos, Condados, Señoríos.. De hecho se sabe que Vizcaya fue un señorío que siempre dependió de los Reyes de Castilla. Álava empezó siendo un condado de Castilla que posteriormente se incorporó a Navarra y, en el 1200, Guipúzcoa y gran parte de Álava pasaron a ser parte de Castilla. Los historiadores Vascos de los siglos XVI y XVII preferían estar con el rey de Castilla, Alfonso VIII, que con el Rey de Navarra.
Sabino también buscó diferenciar por la lengua. Se sabe que el vasco era una lengua de caserío, no escrita. Por ejemplo, las crónicas de Navarra se escribieron en castellano. En la actualidad se escribe más en Euskera de lo que en cualquier otra época de su existencia. Además el castellano y el Euskera, sin ser ésta románica, son lenguas que crecieron como hermanas, ¿donde están depositados los primeros escritos de ambas? Es más, el castellano tiene 5 vocales por motivos de influencias del Euskera; pero claro, esto no viene bien para diferenciar...
Y para hacer honor a ese “loco” nacionalista, hace 40 años entra en juego ETA. Creado en un seminario, de nuevo con la iglesia topamos, y con apoyos del PNV. Por aquel entonces se vio, no sólo por parte de los vascos, sino también por parte de algunos otros españoles, como un grupo armado que luchaba contra un régimen dictatorial. Luchaban, según ellos, por la libertad del pueblo Vasco y evitar el “exterminio” de su raza por la mezcla (“¿En que nos parecemos a un andaluz?” Frase sacada de un dialogo de la película “Lobo” y dicha por una Vasca-Francesa, y es lo que piensan muchos de los nacionalistas vascos, y no se atreven a decir en publico). Que estaban siendo presionados por el estado español (que por cierto es un termino de acuñación Franquista, hasta esa época siempre se había hablado de España). La verdad es que estaban siendo tan “presionados”, que la gran parte de la industria española se fue hacia el País Vasco y Cataluña en la época dictatorial, pero ¿quién podía quejarse?... Los que la tenían. Unos dirán que la mano de obra adecuada estaba allí (si claro, y si no lo estaba, pues se llevaba: Andaluces, Castellanos, Gallegos...). Otras dirán y también la materia prima. ¿Y Asturias? preguntaré yo. Por otro lado dirán, que el dinero estaba allí, y con esto cerramos la pescadilla que se mordía la cola, porque parte del dinero sí, pero ¿dónde estaban los bancos donde ingresaban los inmigrantes sus sueldos? Hay que recordar que no había ningún proceso de globalización como el actual, que permitiera transferencias de dinero tan fácilmente...
La historia debe de “leerse” en su totalidad, y no las partes que nos interesan. Es por ello que me molesta que no se quiera “ver” la verdad, y no la de hace 10, o 40 años, ni la de hace 200 años, cuando ya en la constitución de 1812 se describía la composición de España (y en las que las provincias Vascongadas eran parte de ella); sino en la lógica composición de un “Estado” en el transcurso de 2000 años, por motivos geográficos, demográficos y sociales. Es fácil usar la historia y tergiversarla para apoyar unas tesis determinadas, pero como dijo Antonio Machado: “La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés”. Otra cosa es que se prefiera cambiar la historia actual y además, algunos, quieran escribirla con sangre en plenos siglos XX y XXI.
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