Y es que no nos queda otra cosa que decir, cuando el Sr. Pérez, perdón, Sr. Carod-Rovira, (que el hombre desterró a su padre de su nombre porqué el ser aragonés no era tan bueno como ser catalán, como su mamá), habla de España.
“Gracies, meu germá, Josep-Lluis”. Gracias por demostrar que el independentismo y el ser buena persona no van de la mano. Gracias a Dios, no todos los catalanes piensan como tú, Carod, y a su manera, apoyarán la candidatura de Madrid 2012; como se hizo por parte de, no solo Madrid, si no el resto de España apoyando las olimpiadas de Barcelona 92 ¿o es que hay alguien que se cree que sin el apoyo del (un) “Estado”, eso hubiera sido posible?
Parece que tú, y algunos de tus colaboradores (Benach y Bargalló), veis: complots donde nos los hay (seguro que sabeis quién mató a Kennedy); presiones donde sólo hay un cumplimiento del derecho internacional (como es la defensa de las normas de identificación de naciones dentro de las federaciones Internacionales deportivas) y “fantasmas” (ESPAÑA) donde sólo hay historia.
¿Por qué emplear las olimpiadas del 2012 como arma de presión política?
Siempre he creído que vuestra obsesión, la de los independentistas catalanes, no era España, sino Madrid. Que alguien me explique si no, el porqué de meter por medio a Madrid siempre que se quiere atacar a España, desde estos sectores. Sí, es la capital, ¿y? Ya sufrimos todo lo que ello representa, lo bueno y sobre todo malo: manifestaciones, celebraciones, atentados, etc...
Cuando uno nace y crece, o simplemente viene a vivir a Madrid, ya sabe a lo que se “expone”; pero nadie da por hecho, que por ello tenga que soportar un odio ilógico, por donde vive y/o por lo que ama.
Madrid no es España. España es Madrid y Barcelona, y Valencia, y Sevilla, y Bilbao y La Coruña,... un conjunto de “emociones”, de situaciones, que hacen la “formula genial” llamada España.
“Carod, algún buen catalán puede querer ver en ésto, una critica contra lo catalán, por ser un defensor de Madrid quien la hace, y por la inducción continua que se sufre en Cataluña, de que el infierno esta en Madrid, por parte de gente como vosotros”. Y nada más lejos de la realidad (lo de la crítica y lo del infierno ;-). (También hay madrileños que piensan lo mismo a la inversa).
Seamos sinceros “mala gente” hay en Cataluña o en Madrid, o cualquier sitio del resto de España y del mundo. Y esto, lo que sí es, es una critica a una mala persona. Sí, a ti Carod.
Tal vez, también se pregunte, este buen catalán, ¿por qué esta gente (el resto de España) se extraña de que haya catalanes que pidan la independencia? Y yo, como buen descendiente de gallegos, por parte de padre, (pero celoso de su Madrid y de su Castilla :-), le contestaría con otra pregunta ¿qué te parecería que tu hermano no quisiera nada de ti? Ellos, muy bien, podrían responder, “tu no eres mi hermano”. Llegado a este punto la discusión se basaría en si la mezcla que ha habido entre los españoles (castellanos, catalanes, andaluces. valencianos, aragoneses, vascos, gallegos, cántabros, canarios, asturianos, riojanos, baleares, extremeños, navarros y murcianos) en los últimos 500 y pico años, nos convierte en “familia” o sólo en vecinos; pero eso, es otro cantar...
viernes, noviembre 26, 2004
Opinión: ¡”Gracies” Hermano!
viernes, noviembre 19, 2004
Opinión: Envidiosos de mier...
La verdad que no se si debería haber dicho esto, puesto que si lo lee un ingles pensará que soy racista.
Pero después de oír todo lo que están diciendo “estos” ahora, sobre nosotros, me viene ese pensamiento: “Envidiosos”: por nuestro sol, nuestra gente, nuestra comida; en definitiva, por nuestro país, con lo bueno y lo malo, pero es eso: envidia.
Esta gente no tendrá otra cosa que hacer, que preocuparse, y sacarle punta, a un “traspié lingüístico” de un entrenador de fútbol, en caliente.
Supongo que efectivamente, no deben de tener cosas más importantes en su país que hacer y que mejorar. O seguro que sí, que tendrán cosas que hacer y con las que tratar, pero es mejor desviar la atención de ellas, y de sus problemas, con “cosas” que les “ataquen” desde el exterior.
O a lo mejor también es que están acojonados, porque han visto que Londres puede perder la carrera frente a Madrid en cuanto a los Juegos Olímpicos del 2012. Todo son elucubraciones, pero claro, sorprende el show que están montando los “caballeros” ingleses por las palabras de un entrenador, seguramente mal dichas, pero que se han sacado de contexto, elevado el tono de importancia; y que después, con el ataque mediático que ha habido, provocan que 300 anormales en un estadio con 65.000 más, hagan el “mono”. Que por cierto, no digo que no hubiera españolitos entre ellos, pero ¿quien es capaz de asegurarme que no había ingleses también ?... Y por ello, pagamos 40 millones. Thank you.
Dicen que hace 20 años que están luchando contra el racismo y que España todavía no ha empezado hacerlo; pues ya les cuesta el acabar con ello porque si no recuerdo mal, hace poco más de un año, esta plebe tuvo una revuelta de musulmanes en la ciudad europea con más población musulmana, y que si, caballeros, se encuentra en Inglaterra. Imagino, así pensando en voz alta, que si no hubiera problemas de racismo, no hubiera pasado ¿no? Además ¿habría que ver que hubiera pasado en Inglaterra, si los atentados de Madrid del 11-M se hubieran producido allí? No quiero ni imaginarlo.
Pero bueno, “que tire la primera piedra quien esté libre de pecado”, se dice, que desde luego, no será ingles, seguro, y si no, que pregunten en Irak. A lo mejor español tampoco es, pero decir que un país es racista, cuando es el único que puede presumir de que sus habitantes, por mucho que a algunos les pese, ingleses y españoles, lleva mezcla de sangre árabe, judía y ”local”, si no es así, que venga Dios y lo vea. Se habrá echado a los judíos a la fuerza, y por las armas a los musulmanes, pero mientras que a la gente, los dirigentes les dejaron, se demostró que se vivió en “paz y armonía”.
De todas formas parece la típica reacción de un país de corsarios. Uy, perdón, ya he hecho, lo que han hecho a los que estoy criticando: generalizar y sacar de contexto la situación, my dear friends.
Pero después de oír todo lo que están diciendo “estos” ahora, sobre nosotros, me viene ese pensamiento: “Envidiosos”: por nuestro sol, nuestra gente, nuestra comida; en definitiva, por nuestro país, con lo bueno y lo malo, pero es eso: envidia.
Esta gente no tendrá otra cosa que hacer, que preocuparse, y sacarle punta, a un “traspié lingüístico” de un entrenador de fútbol, en caliente.
Supongo que efectivamente, no deben de tener cosas más importantes en su país que hacer y que mejorar. O seguro que sí, que tendrán cosas que hacer y con las que tratar, pero es mejor desviar la atención de ellas, y de sus problemas, con “cosas” que les “ataquen” desde el exterior.
O a lo mejor también es que están acojonados, porque han visto que Londres puede perder la carrera frente a Madrid en cuanto a los Juegos Olímpicos del 2012. Todo son elucubraciones, pero claro, sorprende el show que están montando los “caballeros” ingleses por las palabras de un entrenador, seguramente mal dichas, pero que se han sacado de contexto, elevado el tono de importancia; y que después, con el ataque mediático que ha habido, provocan que 300 anormales en un estadio con 65.000 más, hagan el “mono”. Que por cierto, no digo que no hubiera españolitos entre ellos, pero ¿quien es capaz de asegurarme que no había ingleses también ?... Y por ello, pagamos 40 millones. Thank you.
Dicen que hace 20 años que están luchando contra el racismo y que España todavía no ha empezado hacerlo; pues ya les cuesta el acabar con ello porque si no recuerdo mal, hace poco más de un año, esta plebe tuvo una revuelta de musulmanes en la ciudad europea con más población musulmana, y que si, caballeros, se encuentra en Inglaterra. Imagino, así pensando en voz alta, que si no hubiera problemas de racismo, no hubiera pasado ¿no? Además ¿habría que ver que hubiera pasado en Inglaterra, si los atentados de Madrid del 11-M se hubieran producido allí? No quiero ni imaginarlo.
Pero bueno, “que tire la primera piedra quien esté libre de pecado”, se dice, que desde luego, no será ingles, seguro, y si no, que pregunten en Irak. A lo mejor español tampoco es, pero decir que un país es racista, cuando es el único que puede presumir de que sus habitantes, por mucho que a algunos les pese, ingleses y españoles, lleva mezcla de sangre árabe, judía y ”local”, si no es así, que venga Dios y lo vea. Se habrá echado a los judíos a la fuerza, y por las armas a los musulmanes, pero mientras que a la gente, los dirigentes les dejaron, se demostró que se vivió en “paz y armonía”.
De todas formas parece la típica reacción de un país de corsarios. Uy, perdón, ya he hecho, lo que han hecho a los que estoy criticando: generalizar y sacar de contexto la situación, my dear friends.
Relato: SIN ESCAPE. El Desenlace.
[Si no has leido "El principio" de SIN ESCAPE, lo encontrarás más abajo. No leas esta parte sin habertelo leido antes. ]
(...continua)
Él nunca había hecho algo parecido. Siempre le había visto como alguien temperamental frío, que contenía las emociones... Hoy no había sido así.
Estaba sentada sobre la cama. Había retirado la colcha para no arrugarla; tradición materna.
Y ahora, ¿que hacía mientras esperaba?. Al móvil no le podía llamar porque se lo había dejado en la mesilla de la habitación.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
El ruido en la habitación de al lado se estaba haciendo insoportable, el ruido de las gotas contra el cristal se estaba haciendo insoportable; incluso era capaz de oír el ruido de su corriente sanguínea golpeando sus venas mientras se desplazaba entre sus órganos.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Su excitación estaba llegando a cimas que nunca había alcanzado, y no sabia si podría soportarlo, resistir o tan sólo sucumbiría de forma estrepitosa. Mierda.
Recordaba como habían discutido a la hora preparar la cena, por una estupidez, una nimiedad. Era el pan de cada día. ¿Donde coño habría ido?
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
¡Joder! Podían hablar más bajo. Se dijo para si misma. Los vecinos seguían molestando. Le estaban dando ganas de subir y armarla. Los nervios le estaban haciendo pensar de una forma que nunca había hecho, más agresiva, y ella no era así, pero no lo veía mal del todo y sonrió ligeramente al espejo del armario.
En la habitación de al lado las cosas parecían más tranquilas. De momento ella no tenia ganas de salir de la habitación y parecía que nadie quería importunarla.
Durante unos minutos detuvo su mirada sobre el teléfono que había en su mesilla. Llama, por favor llama. Se dijo para si misma.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Le quería. Y sabia que él también a ella. Nunca había salido de tono de esa forma. ¿Por qué hoy? Siempre le había visto como a alguien bastante frío, que controlaba sus emociones, no le gustaba expresarla en publico, y pocas veces lo hacía en privado. Pero sin embargo hoy, hoy...
Ring, Ring, Sonó el teléfono. En la habitación de al lado se hizo el más absoluto silencio.
Ring. Ring. Seguía sonando el teléfono. Se quedo ensimismada, mirando el teléfono y oyendo el sonido de la llamada. De repente se dio cuenta de que si seguía mucho tiempo mirando el aparato sin cogerlo, seguro que colgarían o podría saltar el contestador. Saltó sobre el teléfono y lo cogió en medio una señal de llamada.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
- ¿Diga? Pregunto ella al levantar el auricular.
Tras unos breves segundos de silencio:
- ¿Cariño? Se oyó al otro lado de la línea.
Débilmente, ella continuo:
- ¿Dónde estas?
- En la oficina.
- ¿Por qué lo has hecho? ¿Qué te ha pasado?
- Aquí lo tengo, lo tengo en mi mano...
- ¿Por qué los ha hecho? ¡por qué! Grito, saltaron todos los resortes que hasta ahora habían hecho que se mantuviera tranquila hasta entonces.
En la habitación de al lado se había vuelto hacer el silencio más absoluto, después de que se escuchara un murmullo al comentar la conversación, tras descolgar el aparato.
- Tu sabes bien porqué ¿ o no?
Esta finalización de la frase le parecía a ella demasiado provocadora, y estuvo apunto de colgar. Se conformó con mantenerse en silencio.
- Hola ¿sigues ahí? Preguntó de nuevo él, al ver que el silencio se prolongaba.
Estaba sentado en la silla de su oficina, en la que tanto tiempo pasaba al cabo de una semana de trabajo. Era cómoda, pero el hecho de tener aquello en su mano, hacia que estuviera mucho más agusto de lo normal.
- ¿ Por qué has tenido que levantarte e irte a toda velocidad, en mitad de una fiesta de veintitantas personas, con niños de por medio, que TÚ habías organizado, siendo ya las 12 de la noche, y dejándome a mi sola delante de todos; cuando son compañeros tuyos todos, salvo uno, y además a éste le llamas ”Pijo Maricón”? - Preguntó ella, en un estado de alteración que iba creciendo.
Entonces él sonrió para si, se recostó y dijó:
- Eso es porqué ya no te fías de mi, como antes. Así que puedes ir diciéndoles a todos que YO tenia razón, y que van a tener que aceptar que existe un ordenador más pequeñito y más potente que el de tu compañero de trabajo, ese pijo remilgado, y lo tengo en la mano. Y si hay más dudas, no vuelvo a jugar al Escatergoris... Ya voy para casa. Hasta luego.- Terminó diciendo él, colgando tras ello.
Y ella, tras escuchar durante unos segundos el tono de corte de conexión, colgó.
(...continua)
Él nunca había hecho algo parecido. Siempre le había visto como alguien temperamental frío, que contenía las emociones... Hoy no había sido así.
Estaba sentada sobre la cama. Había retirado la colcha para no arrugarla; tradición materna.
Y ahora, ¿que hacía mientras esperaba?. Al móvil no le podía llamar porque se lo había dejado en la mesilla de la habitación.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
El ruido en la habitación de al lado se estaba haciendo insoportable, el ruido de las gotas contra el cristal se estaba haciendo insoportable; incluso era capaz de oír el ruido de su corriente sanguínea golpeando sus venas mientras se desplazaba entre sus órganos.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Su excitación estaba llegando a cimas que nunca había alcanzado, y no sabia si podría soportarlo, resistir o tan sólo sucumbiría de forma estrepitosa. Mierda.
Recordaba como habían discutido a la hora preparar la cena, por una estupidez, una nimiedad. Era el pan de cada día. ¿Donde coño habría ido?
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
¡Joder! Podían hablar más bajo. Se dijo para si misma. Los vecinos seguían molestando. Le estaban dando ganas de subir y armarla. Los nervios le estaban haciendo pensar de una forma que nunca había hecho, más agresiva, y ella no era así, pero no lo veía mal del todo y sonrió ligeramente al espejo del armario.
En la habitación de al lado las cosas parecían más tranquilas. De momento ella no tenia ganas de salir de la habitación y parecía que nadie quería importunarla.
Durante unos minutos detuvo su mirada sobre el teléfono que había en su mesilla. Llama, por favor llama. Se dijo para si misma.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Le quería. Y sabia que él también a ella. Nunca había salido de tono de esa forma. ¿Por qué hoy? Siempre le había visto como a alguien bastante frío, que controlaba sus emociones, no le gustaba expresarla en publico, y pocas veces lo hacía en privado. Pero sin embargo hoy, hoy...
Ring, Ring, Sonó el teléfono. En la habitación de al lado se hizo el más absoluto silencio.
Ring. Ring. Seguía sonando el teléfono. Se quedo ensimismada, mirando el teléfono y oyendo el sonido de la llamada. De repente se dio cuenta de que si seguía mucho tiempo mirando el aparato sin cogerlo, seguro que colgarían o podría saltar el contestador. Saltó sobre el teléfono y lo cogió en medio una señal de llamada.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
- ¿Diga? Pregunto ella al levantar el auricular.
Tras unos breves segundos de silencio:
- ¿Cariño? Se oyó al otro lado de la línea.
Débilmente, ella continuo:
- ¿Dónde estas?
- En la oficina.
- ¿Por qué lo has hecho? ¿Qué te ha pasado?
- Aquí lo tengo, lo tengo en mi mano...
- ¿Por qué los ha hecho? ¡por qué! Grito, saltaron todos los resortes que hasta ahora habían hecho que se mantuviera tranquila hasta entonces.
En la habitación de al lado se había vuelto hacer el silencio más absoluto, después de que se escuchara un murmullo al comentar la conversación, tras descolgar el aparato.
- Tu sabes bien porqué ¿ o no?
Esta finalización de la frase le parecía a ella demasiado provocadora, y estuvo apunto de colgar. Se conformó con mantenerse en silencio.
- Hola ¿sigues ahí? Preguntó de nuevo él, al ver que el silencio se prolongaba.
Estaba sentado en la silla de su oficina, en la que tanto tiempo pasaba al cabo de una semana de trabajo. Era cómoda, pero el hecho de tener aquello en su mano, hacia que estuviera mucho más agusto de lo normal.
- ¿ Por qué has tenido que levantarte e irte a toda velocidad, en mitad de una fiesta de veintitantas personas, con niños de por medio, que TÚ habías organizado, siendo ya las 12 de la noche, y dejándome a mi sola delante de todos; cuando son compañeros tuyos todos, salvo uno, y además a éste le llamas ”Pijo Maricón”? - Preguntó ella, en un estado de alteración que iba creciendo.
Entonces él sonrió para si, se recostó y dijó:
- Eso es porqué ya no te fías de mi, como antes. Así que puedes ir diciéndoles a todos que YO tenia razón, y que van a tener que aceptar que existe un ordenador más pequeñito y más potente que el de tu compañero de trabajo, ese pijo remilgado, y lo tengo en la mano. Y si hay más dudas, no vuelvo a jugar al Escatergoris... Ya voy para casa. Hasta luego.- Terminó diciendo él, colgando tras ello.
Y ella, tras escuchar durante unos segundos el tono de corte de conexión, colgó.
viernes, octubre 22, 2004
Relato: SIN ESCAPE. El Principio.
No tenia muy claro donde quería ir, a donde quería llegar. Se montó en el coche, lo arrancó, metió una marcha, y lentamente fue sacando el coche del garaje hasta llegar a la calle, una vez allí, pisó el acelerador a tope, haciendo que las ruedas del coche chirriaran, y que la poca gente que pasaba en ese momento por la calle se girara, para ver el origen del ruido que les había llamado la atención.
Que coño querían que hiciera, sabía que estaban todos contra él, y el que ella también lo estuviera hizo que todo se desencadenara de la forma en la que acabó todo.
- Imbécil.- salió de sus labios.
Llovía, diluviaba más bien, puso los limpiaparabrisas a toda velocidad. ¿Por qué demonios había hecho eso? ¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Siempre había aguantado bien la presión y ahora...
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
-¡¡¡Gilipollas!!! Gritó al conductor del coche de delante que le había cerrado al cambiar de carril y meterse en el que iba él.
“¿Dónde podré ir ahora?”. Pensaba mientras conducía, aún aturdido por lo que había pasado, no era capaz de pensar con claridad.
Aún con el aire acondicionado a tope, no era capaz que el sudor que le caía por la cara, y que se hacia ya evidente en sus sobacos, se cortara. No había querido quitarse el abrigo al entrar en el coche, para no perder tiempo.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Cuando quiso darse cuenta estaba introduciéndose en la carretera de circunvalación de su ciudad. Claro era lo que hacia todos las mañanas y de forma automática, lo había hecho ahora también.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Ahora estaba enfrente de su oficina, en un polígono industrial de la parte decadente de la ciudad, más de 40 Km, separaban el origen y el destino, con el coche en punto muerto, la lluvia golpeando en el parabrisas, y los limpias moviéndose de izquierda a derecha, a toda velocidad pero de una manera armoniosa, que estuvo apunto de dormirle.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Bueno pues ya no había más remedio, tendría que ser lo más rápido posible, abrió la puerta del coche, y empezó a correr hacia el edificio donde estaba su oficina, mientas iba sacando, o eso intentaba, las llaves de la chaqueta, “que no me vea nadie, por favor”, pensaba a la vez.
Un escalofrío le recorrió toda le espalda cuando oyó un ruido junto a los cubos de basura, que había a su derecha. Miro alrededor, “Gracias a Dios, solo es un gato de mierda.” Pensó.
Por fin consiguió sacar las llaves. Con la mano temblando, de frío y nervios, intentó meter las llaves en la cerradura de la puerta. Falló. Respiró profundamente dos veces. Al verse más tranquilo lo intento de nuevo, esta vez introdujo la llave a la primera, y la hizo girar. Giró a la vez el pomo. Puerta abierta.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Cerró la puerta tras de si. No encendió las luces para no llamar la atención. Así que empezó a subir las escaleras hasta la primera planta, donde estaba su mesa, a tientas. Ya arriba, y con la vista acostumbrada a la oscuridad llegó hasta su mesa. Allí estaba todo lo que necesitaba para acabar con aquel infierno...
- Mierda. - Espetó, para sí mismo
Había olvidado las llaves de la mesa en casa. Eso no podía detenerle, no ahora... Fue a la mesa de su compañero, y cogió un abrecartas metálico, que le pareció podría hacer de palanca para abrir el maldito cajón. Situó el abrecartas junto a la cerradura del cajón, presionó hacía si, y paf, salto el cerrojo...
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Allí estaba, por fin, deslizó la mano hacia el bolsillo interno del abrigo que llevaba, y cogió el móvil. Comenzó a pulsar 619-.......
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
-¿Cariño?...(continuará)
Que coño querían que hiciera, sabía que estaban todos contra él, y el que ella también lo estuviera hizo que todo se desencadenara de la forma en la que acabó todo.
- Imbécil.- salió de sus labios.
Llovía, diluviaba más bien, puso los limpiaparabrisas a toda velocidad. ¿Por qué demonios había hecho eso? ¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Siempre había aguantado bien la presión y ahora...
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
-¡¡¡Gilipollas!!! Gritó al conductor del coche de delante que le había cerrado al cambiar de carril y meterse en el que iba él.
“¿Dónde podré ir ahora?”. Pensaba mientras conducía, aún aturdido por lo que había pasado, no era capaz de pensar con claridad.
Aún con el aire acondicionado a tope, no era capaz que el sudor que le caía por la cara, y que se hacia ya evidente en sus sobacos, se cortara. No había querido quitarse el abrigo al entrar en el coche, para no perder tiempo.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Cuando quiso darse cuenta estaba introduciéndose en la carretera de circunvalación de su ciudad. Claro era lo que hacia todos las mañanas y de forma automática, lo había hecho ahora también.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Ahora estaba enfrente de su oficina, en un polígono industrial de la parte decadente de la ciudad, más de 40 Km, separaban el origen y el destino, con el coche en punto muerto, la lluvia golpeando en el parabrisas, y los limpias moviéndose de izquierda a derecha, a toda velocidad pero de una manera armoniosa, que estuvo apunto de dormirle.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Bueno pues ya no había más remedio, tendría que ser lo más rápido posible, abrió la puerta del coche, y empezó a correr hacia el edificio donde estaba su oficina, mientas iba sacando, o eso intentaba, las llaves de la chaqueta, “que no me vea nadie, por favor”, pensaba a la vez.
Un escalofrío le recorrió toda le espalda cuando oyó un ruido junto a los cubos de basura, que había a su derecha. Miro alrededor, “Gracias a Dios, solo es un gato de mierda.” Pensó.
Por fin consiguió sacar las llaves. Con la mano temblando, de frío y nervios, intentó meter las llaves en la cerradura de la puerta. Falló. Respiró profundamente dos veces. Al verse más tranquilo lo intento de nuevo, esta vez introdujo la llave a la primera, y la hizo girar. Giró a la vez el pomo. Puerta abierta.
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Cerró la puerta tras de si. No encendió las luces para no llamar la atención. Así que empezó a subir las escaleras hasta la primera planta, donde estaba su mesa, a tientas. Ya arriba, y con la vista acostumbrada a la oscuridad llegó hasta su mesa. Allí estaba todo lo que necesitaba para acabar con aquel infierno...
- Mierda. - Espetó, para sí mismo
Había olvidado las llaves de la mesa en casa. Eso no podía detenerle, no ahora... Fue a la mesa de su compañero, y cogió un abrecartas metálico, que le pareció podría hacer de palanca para abrir el maldito cajón. Situó el abrecartas junto a la cerradura del cajón, presionó hacía si, y paf, salto el cerrojo...
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
Allí estaba, por fin, deslizó la mano hacia el bolsillo interno del abrigo que llevaba, y cogió el móvil. Comenzó a pulsar 619-.......
¿Por qué lo había hecho?... ¡por qué!
-¿Cariño?...(continuará)
jueves, octubre 21, 2004
Opinión: Reflexiones sobre las jornadas del 11-M al 14-M
Es la primera vez que haga algo como esto, a ver como sale y consigo ser lo más ojbetivo posible... :-)
Escribo esto a finales de marzo del 2004. Viendo todo lo que me esta llegando por correo electrónico (y no creo que sea el único en recibirlos), son sólo extremos, así que voy a intentar “centrar” la postura, y no políticamente hablando :-).
No me considero en la posesión de la verdad absoluta, todos tenemos algo de la verdad. La absoluta la forman un poco de cada una de las nuestras. No quiero resultar, demasiado simple, y que se me considere mantener una posición fácil (“el famoso y desconocido -para algunos-” centro), de hecho considero que es bastante dificil cuando no tienes una referencia clara en la que situarte o la que seguir: derecha, izquierda, “algo” de las dos...
Bueno, creo que lo mejor será enumerar las ideas que me vienen a la cabeza:
Sobre el 11-M:
1. Respecto a los culpables de lo que ocurrió este día, creo que solo hay uno, y son los que pusieron las bombas. Buscar otras responsabilidades, es asumir por defecto que el culpable de los atentados de ETA es el primer rey Castellano que se alío con los Señores feudales Vacos en los albores del siglo X para combatir a los musulmanes... (y esto hizo que Euskadi acabara siendo parte de ESPAÑA en siglos posteriores...)
1.1. Por cierto, el gobiernos francés ha sido intimidado por los grupos terroristas islamistas por obligar a no llevar el velo islámico en el colegio. Si matan a 200 franceses por este motivo ¿quién tendrá la culpa? No hay justificación alguna para cualquier tipo de terrosismo.
2. Si es verdad, que se nos llevo a una guerra a la que no deberíamos haber ido, pero de ahí, a llamar Fascistas y “Terroristas” a gente que pertenece a un partido político democrático, y es más, cuando personas pertenecientes a este partido están siendo asesinadas por defender sus ideas y la democracia (si, como el que ha ganado), me parece totalmente fuera de sitio y generador de rencores que no llevan a nada más que a crear más odio...
3. Es una pena que algo que debería unirnos (y el viernes parecía que era eso), haga lo contrario por el "color" de unas ideas. Estoy convencido de que entre los muertos había votantes del PP, del PSOE y de IU..., y eso no los hace diferentes, ni mejores, ni perores, solo eran gente normal, como todos nosotros.
4. En este momento tendríamos que demostrar todo nuestro apoyo y cariño a las “verdaderas” victimas (vivas): los familiares de los muertos y los heridos, que de por vida quedaran marcados por un acto ilógico.
Sobre el 14-M:
1. Quien gana en las urnas no merece ningún tipo de pero (salvo que lo haya hecho con un pucherazo... y este no es el caso), por mucho que no sea el propio.
2. Creo que no hay que criticar a nadie por sus actos pasados o/y un fututo imprevisible, si no dejarle hacer en el presente y observar sus resultados ¿O es que los Alemanes deberían soportar por siempre el sambenito de Nazis por qué hace 50 años un loco llego a gobernarles? Pues NO.
3. Posiblemente, o seguro, lo que ocurrió el jueves día 11 ha tenido consecuencias considerables en el resultado electoral en una dirección. Si las siglas de los terroristas hubieran sido otras, seamos sinceros, también las hubiera tenido, y en el sentido opuesto a las que ha habido.
4. Ahora deberíamos demostrar lo madura que esta la democracia en España, tanto para saber ganar ( y no elucubrar pajas mentales sobre posibles golpes de estado...), como para saber perder (y dejar hacer, antes de criticar).
miércoles, octubre 20, 2004
PRESENTACIÓN. Hola. Una nueva aventura.
Bienvenidos a mi Blog.
"Empujado" por un amigo...;-), me introduzco en el mundo de los Blog. Mi intención es hacer de este Blog un centro de opinión (de todo tipo) y de lectura de relatos ajenos y propios. Poco a poco... pido algo de paciencia y doy las gracias anticipadas por vuestra atención.
De momento pondré un documento de opinión que escribí en un "arrebato", en marzo de 2004, después de los atentados del 11M, una forma de expresar lo que sentía, con todo lo que veía y oía a mi alrededor.
De momento pondré un documento de opinión que escribí en un "arrebato", en marzo de 2004, después de los atentados del 11M, una forma de expresar lo que sentía, con todo lo que veía y oía a mi alrededor.
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